Una semana más sin soluciones.
Una semana más sin soluciones
La semana avanza, pero la realidad para cientos de trabajadores de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sigue siendo la misma: la jubilación parcial es una quimera. A pesar de los rumores o las voces que insisten en que "sí se puede", la verdad en el día a día es que no hay soluciones para quienes la necesitan urgentemente.
Un ejemplo claro es Rosa, que con 62 años y 10 meses ya lleva 35 trabajando en la JCCM como auxiliar de enfermería. Su cuerpo empieza a pasarle factura; las dolencias musculares son una constante, fruto de años de dedicación y esfuerzo en una profesión tan exigente. Rosa desearía poder acogerse a la jubilación parcial, reducir su jornada y así aliviar la carga física, pero también mental. Sin embargo, se encuentra con un muro.
Como Rosa, son cientos los compañeros y compañeras que, a las puertas de su jubilación completa, se ven atrapados en una situación que les agota. Promesas que no se materializan, interpretaciones de la normativa que cierran puertas y una incertidumbre que se suma al cansancio acumulado.
Esta situación no solo impacta en la salud y el bienestar de los trabajadores, sino que también niega una herramienta útil para la gestión de personal y el relevo generacional. ¿De qué sirve tener un mecanismo si no se aplica a quienes más lo necesitan?
Seguimos una semana más sin jubilación parcial efectiva. La realidad de Rosa y tantos otros lo demuestra. Es urgente que quienes tienen la capacidad de actuar escuchen y, por fin, den una solución real a este problema que afecta directamente a la dignidad y la calidad de vida de los empleados públicos de la JCCM.
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